AQUITECTURAS

Desde hace tiempo he construido esculturas en forma de casa. Recogiendo piedras de distintos lugares. Durante viajes construyo casas, casi siempre añorando un hogar de piedra -poroso- un cobijo.

La casa ha sido siempre para mí un espacio para el desarrollo, de cobijo,  donde guarecerse de las inclemencias del tiempo. La piedra me lleva a la tierra, de dónde venimos y a dónde  volvemos. El elemento más básico, lo único que perdura y lo que se nos está olvidando. Creo que tiene sentido esculpir una casa de piedra en esta era tecnológica, un lugar «estable» en donde pueda construir mis pensamientos, dónde pulirlos, donde insertarlos, para que salgan a través de esas ventanas hechas forma.